Cuatro canciones componen un cortaduración que los presenta pulcros en lo musical y conscientes en lo lírico.
Con los primeros días de enero llegaron los rayos de sol, la revolución y "Durmiendo en el Parque", la canción que trae de regreso a Niños del Cerro al ruedo discográfico. Aquella madura y redonda pieza musical reveló la noticia: un epé verá la luz durante este 2020. Cuatro canciones que despliegan la sofisticación musical que presenta la banda hoy en día, a cinco años de su aplaudido debut, "Nonato Coo" (2015).
"Cuauhtémoc", conocido como el águila que descendió, es la entrega que llega en momentos de cambio para Niños del Cerro, Chile y toda la región latinoamericana. La banda está creciendo y sus expresiones sonoras lo hacen notar. En él, se muestran "dichosos de lograr este resultado en el que pudimos explorar otra dinámica musical, donde mediante diversos hablantes líricos recorremos sentimientos de felicidad, vergüenza, frustración, nostalgia, anhelo y dolor", como comenta el baterista, Pepe Mazurett.
Un disco que sabe de queridas y antiguas composiciones, como "El Son en los Ojos", conviviendo con nuevas corrientes adquiridas en la experiencia vivida. Dos viajes a México logran agrupar estos sentimientos que deja el empezar a encontrarse, giras por el norte del continente que revelaron la sensación de esta Latinoamérica saqueada y asesinada.
"Cuauhtémoc" es el Ser Latinoamericano, las heridas no cicatrizadas que hoy vuelven a sangrar. La fatiga de América hispana que encuentra sus fugas en las maduras texturas que adquiere la agrupación, quienes con dos discos el cartera ya empieza a perfilar la lírica, las cuerdas y la cadencias de la vida en adultez.
Un epé que "plantea varias incertidumbres como banda", que les permite no sólo probar nuevas cosas, también afinar aquellas que disfrutan. La pulcritud de la experiencia toma nombre de avenida, justo la intersección en la cual se hospedaron en su primera visita a México: "Cuauhtémoc.