Una leyenda viviente del reggae, así de simple, se debe definir al impresionante Max Romeo. El músico jamaiquino llegó por vez primera a nuestro país con su "The Ultimate Tour", y nada mejor que con su banda completa. Fue un show sencillamente de otro nivel difícil de superar. Ante un Club Chocolate totalmente lleno, el artista se lució de principio a fin regalando sus mejores sencillos, que lograron hacer vibrar a todos los presentes en la noche de jueves que se encendió a punta de buen reggae.
Por Álvaro Rodríguez Cárdenas
Max Romeo, nacido en Saint James, Jamaica, en 1944, es una figura clave en el reggae. Partió de su hogar a los 14 años para trabajar en plantaciones de azúcar y a los 18 inició su carrera musical uniéndose a Kenneth Knight y Lloyd Shakespeare en The Emotions. En 1968, comenzó su carrera solista y su primer gran sencillo fue "Wet Dream", alcanzando gran éxito en Jamaica. Con más de una veintena de discos de estudio, es considerado un pionero del reggae y una de las voces más importantes con más de 58 años de trayectoria.
La música de Max Romeo fue incluso vetada en el Reino Unido por el contenido sexual de algunas de sus canciones y su dura crítica social en las letras lo convirtieron en una figura importante del género. Su segundo álbum de estudio, "Let the Power Fall" (1971), incluyó el sencillo "Chatter Box", que interpreta regularmente en sus presentaciones, incluso junto a Bob Marley. Con una trayectoria como la de Romeo, podría fácilmente realizar conciertos de más de cuatro horas.
"The Ultimate Tour" es la gira final del músico jamaiquino Max Romeo, que lo trajo por primera y única vez a nuestro país. El Club Chocolate fue testigo de este increíble debut, y el público fue parte fundamental del éxito, llenando el recinto capitalino y aguardando con paciencia el ingreso de los músicos. El ambiente era de buena armonía, sonrisas y buena música a cargo de Rootz HiFi, quienes celebraban sus 15 años y ayudaron a mantener activo al público con una mezcla de grandes temas del reggae.
A las 23:00 horas, la banda compuesta por baterista, tecladista, bajista, guitarrista, trompetista y trombonista apareció en el escenario, musicalizando la noche y prendiendo al público. Diez minutos después, a las 23:10, apareció sobre la tarima Max Romeo, con sus rastas blancas hasta los tobillos y 79 años recién cumplidos, al ritmo del sencillo "One Step Forward" del álbum "War Ina Babylon" (1976). Comenzó la algarabía.
En los primeros minutos del show, Max Romeo se mostró un poco lento, quizás costandole comenzar, pero después de la tercera canción, lo vimos con más energía y potencia para afrontar el resto de la noche. Luego, dejó el escenario y presentó a su hijo Azizzi Romeo, quien continuó el concierto mientras Max descansaba para lo que seguiría durante la noche.
El reggae tiene ese don especial que atrapa con sus ritmos y llena de felicidad el cuerpo. Contar con la presencia de una eminencia como Romeo fue una experiencia única que no se repetirá. Un prodigio en su género que, a pesar de los años, demostró ser un virtuoso cuyas letras emocionan, hacen pensar y reflexionar. El público esperó para ver el show, pero fue el más feliz, disfrutando cada canción, bailando y emocionándose con Romeo, quien se acercó a ellos, marcando un momento inolvidable para cada fanático.
Galería fotográfica por Nelson Galaz
MAX ROMEO
