Mariana Montenegro flota entre la pista y el pop en Ingrávida, su segundo disco

Una de las partes fundadoras de Dënver muestra sus pulidas aptitudes en la producción junto a Vicente Sanfuentes en un álbum capaz de hacernos perder la gravedad: 7 canciones que sorprenden por su dualidad nostálgica y bailable.

Hay una estela etérea en la melancolía que da mirar las nubes, que también encontramos en el fin de la fiesta. La ingravidez del cuerpo ligero, que describe perfecto lo que nos trae Mariana Montenegro en su segundo disco, el encargado de suceder a La Mar, aquel en el que nos deslumbró con sus habilidades house.

Ahora, con experiencia pulida en la producción, una crisis sanitaria mundial encima y un acercamiento directo al formato pop, una de las fundadoras del dúo Dënver fusiona dos mundos claros en Ingrávida, segundo álbum en solitario; un proyecto financiado por el Fondo para el Fomento de la Música, convocatoria 2024 del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.

Luego de publicar un poquito más', 'nubes' junto a la argentina Anyi, 'El Río', y 'Bailando (Tururú)' –creada para un compilado del sello argentino Emotiva Records–, la historia se completa con el cover en español de HOMESHAKE, 'no a ti', 'Estrella azul', canción dedicada a las personas que han partido, y el focustrack 'Espejismo', presentada como la banda sonora de un amor imposible; ilusiones en clave new wave y synthpop, ideales para perderse en una fiesta teñida de nostalgia y euforia queer.

  • ❝Ingrávida me pilla en un momento en que estoy muy consciente de los dos mundos musicales a los cuales pertenezco: el mundo pop y el mundo de la música electrónica para la pista de baile. Tengo la claridad de que son mundos que pueden coexistir y existir por separado, y que no hay problema con eso. Puedo hacer un show con todo este repertorio pop y electrónico, full banda, pero también puedo tocar como DJ en una fiesta sólo las canciones bailables, o hacer un show sólo con piano y voz. Me gusta estar en ese lugar ambivalente❞, asegura sobre su presente artístico dual, con un disco que se inclina a la vereda de frontwoman vocal, como veremos en vivo el próximo 25 de abril en Bar de René, con Fakuta como encargada de abrir, y Alejandro Paz –productor de La Mar– y Yoram Neptuno en la fiesta posterior.

La experiencia de producir el EP de Ágata Prisma, Arrivederci, fue punto de partida para que ese rol fuera tomando fuerza en su propio proceso. Así, llegó a Vicente Sanfuentes, con quién complementa perfectamente ambos mundos; la sensación de volar en la pista en un trance que fluye como niebla, pero también como dream pop, con sus estructuras y parámetros.

  • "Al empezar este álbum, tenía la sensación de que la pandemia no me dejó tocar ni promocionar mi primer disco tanto como hubiese querido, porque lo estrené en marzo del 2020, justo cuando partió la cuarentena. Para este nuevo trabajo tenía muchas ganas de hacer las cosas bien y de trabajar con anticipación todas las áreas que implica hacer un disco: composición, producción, visualidad, promoción. Estoy muy conforme, y eso ha sido también gracias a un equipo", dice sobre Ingrávida, que cuenta en sus créditos con nombres como Juan Maturana en las fotos y videos, Hartz en los diseños, Cuarteto Austral, Marcelo Wilson, Pablo Jara, Felipe Ilabaca, Nicolás Parra, Francisco Peña, Rodrigo Amero, Paula Céspedes, Felipe Castro, y más.

La productora, DJ y música, da una nueva dimensión a su carrera solista. Al contrario de su título, una historia que no pierde peso, sigue dando forma y consistencia a su trayectoria, como si de una nube de sonidos y relatos se tratara; una nube que nos permite imaginar figuras infinitas mientras alzamos las manos al aire y nos entregamos al ritmo pop.