La bajista, compositora y entusiasta de las letras lanzó una nueva canción que forma parte del universo musical y literario con el que obtuvo su primer Premio Pulsar.
Este nuevo tema, titulado Marisol, se presenta como un lado B de aquella producción. Amplía y profundiza la propuesta artística que definió su sonido en ese proyecto.
En claves sonoras del indie pop, el sencillo es una declaración post-ruptura, íntima y descarnada. Con solo voz y guitarra eléctrica, la canción expone una vulnerabilidad directa y honesta.
Resuena como un audio de WhatsApp a las dos de la madrugada, cuando el peso de la soledad se hace imposible de disimular.
- “Grabé esta canción sin pensar en que iba a ser de un lado B. Solo tenía la necesidad de grabarla porque me transmite mucha emoción”. (Manul)
La artista explica que Marisol surgió al revisar sus carpetas de maquetas y notar la cantidad de canciones que dejó el proceso creativo detrás de su debut.
El tema forma parte del universo de Piñata, el álbum (y novela) debut –como solista– de Manul, y es el primero de una serie de lados B que la artista compartirá para conmemorar el aniversario de ese proyecto.
- “Todas, de alguna forma, han moldeado la historia que sigue en constante progreso porque parece que soy más rápida compositora de canciones que escritora de novelas”. (Manul)
Marisol llega directo en la ruptura y en la intimidad de ese luto amoroso, sabiendo que quizá se volverán a ver. Según Manul, la frase ‘y las ganas que tengo de hablarte me las voy a tragar’ resume ese momento en que la emoción y la contención se entrelazan, y en el que muchos podrán reconocerse.
El videoclip retrata a su protagonista sumida en un caos que refleja tanto su estado emocional como su entorno doméstico. Se trata de una metáfora visual del colapso interno que ocurre cuando se derrumba el proyecto de vida construido junto a otra persona.
Cada elemento en escena –los objetos desordenados, la atmósfera densa, la quietud rota por gestos cotidianos– simboliza el peso del duelo y la desorientación que acompañan a una ruptura.
La pieza audiovisual se inspira directamente en la historia detrás de Marisol, esa separación que da sentido a la canción. Sin embargo, bajo la dirección de Varinia Bastías, el video adquiere una nueva mirada: “tiene una mirada externa un poco diferente a la del cuentito de Marisol que pueden encontrar en Wattpad”
Bastías concibe la casa como un lienzo donde se proyectan emociones y recuerdos desordenados, nublados y llenos de tristeza, transformando lo doméstico en un espacio emocional.
La fotografía del single fue tomada durante el rodaje, sobre la cama cubierta de ropa. Esa imagen encarna el momento posterior al final de una relación, cuando todo lo compartido debe separarse y ordenarse. Es ese instante incómodo en el que uno decide si guardar las cosas en una caja para entregarlas algún día, o simplemente dejarlas en conserjería para evitar volver a mirar atrás.
Entre la melancolía y la introspección, Marisol marca el inicio de una seudonueva etapa creativa para Manul, una que creyó perdida entre los archivos de su proyecto personal.