Con una notable pasada por clásicos de Oasis, un toque de Beady Eye y un par de canciones de su proyecto como solista, Liam volvió ante un expectante público, con un show que se desarrolló dentro de lo esperado; con una actitud, que a estas alturas es mezcla de fabricación y mezcla de real; un tanto desganado; un tanto apasionado. Que no obstante, logró conquistar de inicio a fin a la fanaticada que llevaba esperando 4 años del fatídico show de Lollapalooza 2018. Hoy, Gallagher se redimió y dio una performance apta, un tanto corta, pero considerando el genio del músico, más que justa.
Por Valentina Morales
Por Francisco Rojas
A penas el reloj marcó las 21 horas y la música envasada que estaba acompañando a los asistentes del Movistar Arena se detuvo, se apagaron las luces del público y las pantallas del escenario se encendieron para dar paso al cántico del Manchester City y luego una intro de Fuckin in the Bushes que gracias a las pantallas pudimos ver una rápida pasada de lo que ha sido la carrera de Liam Gallagher. Y quizás no fue solo la intro, por ser una intro, si no que una promesa de lo que iba a ser el show.
Morning Glory, del álbum (What’s the Story) Morning Glory? (1995), fue la elegida para escuchar a Liam Gallagher en todo su esplendor con una parka camuflaje y su inconfundible desordenado pelo. Ese guiño a los héroes de Gallagher, Los Beatles a quien brevemente mencionó en una de sus interacciones con el público.
“Aquí tocó una de mis leyendas”, haciendo alusión al show de Paul McCartney de 2014. Y quizás por eso (y por otras razones honestamente) se eligió el Movistar Arena, por la conexión especial que Gallagher tiene con la banda de Liverpool, que de hecho fue la música que acompañó al público antes de que Liam subiera al escenario, más que perfecto, ante suaves cánticos se empezaba a generar ambiente.
Y si antes de Gallagher eran suaves cánticos, a penas el ex Oasis subió al escenario, se transformaron en gritos y karaoke sostenido. Una fanaticada que llevaba esperando mucho tiempo por ver un show completo de Liam, tras la fatídica presentación de Lollapalooza 2018. Esa vez el show dejó un gusto amargo en los fanáticos, ya que tras 4 canciones el ex Oasis se bajó del escenario, dejando a sus músicos y fanáticos perplejos. La razón:
- “Mi voz está absolutamente destrozada. Suena horrible, así que lo siento mucho, no puedo cantar las canciones”.
Era un miedo que estaba latente durante todo el concierto, que, ante el menor problema o incomodidad, a Liam, como diríamos acá, le dieran los 5 minutos y se bajara del escenario.
Ya en la mañana se había sabido de una pequeña “polémica” con una influencer chilena en el gimnasio del Hotel Mandarin (donde ambos se estaban quedando). Y si bien lo que ocurrió es algo muy Liam, siempre está ese resquemor de que el temperamento del artista lo supere y decida dejar todo tirado, pese al cariño profesante de los fanáticos.
Y finalmente fue un show que dejó a los fans contentos, especialmente porque más que un show de Gallagher en su era solista, fue un show Oasis. Con 11 canciones de las 17 del setlist siendo de su otrora banda.
Mención especial a una muy intensa performance (dentro de los parámetros de Liam) de Slide Away, de su álbum de 1994 Definitely Maybe. “Esta es para los amantes” exclamó Gallagher antes de iniciar una de las mejores interpretaciones de la noche, donde la banda completa se unió, donde el sonido fue ensordecedor y el uso cambiante y rápido de las pantallas le dio mucha onda.
Y es que el uso tecnológico de esta pantalla, a ratos dividida en tres, fue muy potente. Con un escueto juego de luces, que fueron más que nada funcionales, la pantalla, que tenía además texturas especiales, y que hizo uso de un juego de múltiples cámaras, te hacía sentir sobre el escenario con los artistas. Sobre todo, porque de vez en cuando se mostró al público quienes, con poleras del Manchester City, banderas de sus países y no que otro cartel (aplausos al fan que llevó el que decía TEMAZO en tipografía estilo Oasis).
Y si bien la cercanía con el público chileno es algo casi asegurado, lo que no siempre funciona/resuena es cuando se dan conversaciones en otro idioma que no sea español desde el escenario. Y está bien, uno quizás esperaría que, si te gusta la música en inglés, entiendas el idioma, pero muchas veces no es así, y la verdad es que el espeso acento de Manchester de Liam, hizo muy difícil que varias de sus “interacciones” con el público fueran genuinamente fructíferas. Como cuando preguntó a la audiencia si les gustaba Slipknot (algo que tuvo que hacer en varias y repetidas formas por un buen rato), solo para poder presentar la única canción que era de su ex banda, Beady Eye.
Pese a ello, la música era lo que llevó a los fanáticos ahí. Quienes esucharon respetuosamente como “Everything’s Electric”, “Diamond in the Dark” (canción que el cantante, entre broma, no podía acordarse cómo se llamaba) y “More Power” de su último álbum C’mon You Know (2022).
Pero el grueso de fans, venían de los 90s, eran bebés de Oasis, por lo que cuando sonaron los acordes de “Supersonic”, “Cigarrettes & Alcohol” y “Wonderwall”, las encargadas de dar cierre a la primera parte del concierto, el Movistar hirvió. Se transformó en noche de Karaoke, y los teléfonos al aire necesitaban capturar cada minuto de los temazos de Oasis.
Un show de poco menos de 1 hora y media y que cerró con un bis 100% de Oasis, este regreso de Liam Gallagher se sintió como una pequeña vuelta a los 90s donde pudimos escuchar los clásicos de la banda de Manchester, esta vez versionada por el más joven de los Gallagher, junto a su banda, que exudaban una confianza un tanto letárgica, casi como si no les importara nada. ¿Medio fabricada esa actitud? puede ser, pero es lo que uno espera a estas alturas de un concierto de Liam. Hoy, Gallagher se redimió y dio una performance apta, un tanto corta, pero considerando el genio con el que carga el músico, más que justa.
SETLIST:
Manchester City Champions Chant
Fuckin' in the Bushes
- Morning Glory
- Rock 'n' Roll Star
- Wall of Glass
- Everything's Electric
- Stand by Me
- Roll It Over
- Slide Away
- Soul Love
- More Power
- Diamond in the Dark
- The River
- Once
- Supersonic
- Cigarettes & Alcohol
- Wonderwall
Encore:
- Live Forever
- Champagne Supernova
Galería fotográfica por Francisco Rojas