La agrupación nacional despachó una apoteósica presentación en el recinto santiaguino con un show que sobrepasó las tres horas de duración. Junto a un emocionante segmento en la escotilla número ocho del Estadio Nacional, la acertada aparición de 31 minutos y un tremendo homenaje a Víctor Jara, la célebre banda penquista tocó el cielo en el coloso de Ñuñoa y coronó una exitosa gira por nuestro país.
Por Fernando Vilches
Foto por Francisco Rojas
Hace 23 años, Los Prisioneros anunciaban dos fechas en el Estadio Nacional para celebrar su regreso luego de casi diez años de paréntesis. Con una multitudinaria asistencia de 140.000 personas y la grabación de un disco doble, los intérpretes de “La Voz de los 80” pasaron a la historia de la música chilena como la primera agrupación nacional que lograba tocar para miles de asistentes en el recinto deportivo más grande del país.
El pasado fin de semana vivimos algo parecido de la mano de Los Bunkers, otro momento histórico para Chile que se presentó por partida doble junto a una colección de emotivos momentos, más de treinta canciones y una propuesta escénica de alta denominación.
Para calentar motores de esta segunda fecha, Pedropiedra) fue el primero de los teloneros que llegó a alimentar la cultura festivalera de la velada junto a lo mejor de su repertorio y material de su próximo disco, “Totem”. El artista nacional, quién ostenta de una destacada trayectoria, gozó de una efusiva banda – en la que se encontraba Jorge Delaselva, bajista que también acompañó a Pedro en la banda de Jorge González – y se mostró interactivo con el respetable durante los 45 minutos que estuvo sobre el escenario.
Fotos por Francisco Rojas
Luego, tan sólo unos minutos después llegó el número humorístico de la jornada con Fabrizio Copano, quién también marcó un importante hito al ser el primer comediante en hacer una rutina de stand up comedy en el Estadio Nacional. A su vez, de cierta manera Los Bunkers le restituyeron el favor a Copano luego de la participación que tuvo la banda en el Festival de Viña 2023.
Fotos por Francisco Rojas
El humorista ofreció una breve rutina de quince minutos, en la cual bromeó con ser el nuevo Kike Morandé haciendo referencia a su nuevo programa televisivo “El Antídoto”, afirmando que “ahora me persiguen enanos” e incluso que también “prostitutas”. Para despedirse, Copano agradeció a Los Bunkers por la invitación y dio paso a DJ Aldunate, quién se encargó de motivar al público con un heterogéneo mix de canciones.
El momento feliz está llegando
El reloj marcó las 21:55 y un contador apareció en la pantalla gigante del escenario para hacer la respectiva cuenta regresiva. Puntuales, los cinco integrantes de la banda tomaron sus respectivas posiciones para dar el puntapié inicial con la cadenciosa “Ven Aquí”, canción que da nombre a la gira. El encendido inicio continuó con la despechada “Te Vistes y Te Vas” y gracias a una magistral transición, “Yo Sembré Mis Penas de Amor en tu Jardín” mantuvo la tónica intacta.
Seguidamente, “Canción de Lejos” significó una sentida dedicatoria para todas esas personas que tuvieron que viajar desde otras regiones de Chile o incluso desde fuera del país para poder acudir a este concierto. La sinceridad de “Quién Fuera”, tema perteneciente al disco tributo a Silvio Rodríguez, Música Libre, alzó con profundidad los canticos del público para luego llegar a “Bajo los Árboles”, canción de su último disco, *Noviembre, el cual en palabras de Mauricio Durán, “trata sobre recuperar los vínculos verdaderos, de los amigos”.
Foto por Francisco Rojas
Una acertada reflexión que también sirvió para recordar a Mauricio Basualto, baterista titular de la banda quién sufrió de un cuadro hipertensivo del cual no pudo recuperarse a tiempo para esta doble fecha y agradecer a Cancamusa, quién ha gestionado una labor magistral en las baquetas.
Foto por Francisco Rojas
Debemos realizar una pequeña pausa para analizar la tremenda propuesta escenográfica que montaron sobre el coliseo capitalino, la cual contó con una triple pasarela que se extendió por la cancha general y una colección de cinco grandes pantallas que enriquecieron de sobremanera el espectáculo. Además, según datos de la radio Rock and Pop, el montaje del show también incorporó 500 juegos de luces y 18 conjuntos de láseres. Un esfuerzo escénico digno de la banda chilena más importante del siglo XXI y que no tiene nada que envidiarle a las magno producciones extranjeras.
Luego, una proverbial y extendida versión de “Ahora Que No Estás” siguió alimentando este prendido comienzo, la cual contó con un tremendo duelo de guitarras entre los hermanos Durán que llegaron hasta el final de la pasarela central y un extraordinario desplante de Cancamusa en las cajas. Cómo lo han hecho desde que Basualto tuvo su accidente, la nostálgica “La Velocidad de la Luz” fue dedicada con cariño al batero y la potencia de “El Necio” cerró las cortinas del primer tramo.
Foto por Francisco Rojas
Tantas Huellas que Cicatrizar
Los Bunkers se retiraron del escenario principal para compartir uno de los segmentos más emotivos de la jornada. Vistiendo ponchos y portando instrumentos acústicos, los cinco integrantes de la banda aparecieron en la escotilla número ocho del Estadio Nacional, memorial dedicado a los detenidos que pasaron por este recinto durante la dictadura cívico-militar, cuando fue utilizado como centro de detención y tortura.
Foto por Francisco Rojas
“La Exiliada del Sur”, poema de Violeta Parra musicalizado por Patricio Mans, fue la primera canción que interpretaron en compañía del incuestionable canto del público, seguida por “Calles de Talcahuano”. A continuación, Mauricio Durán compartió una poderosa reflexión sobre la violencia que ha sacudido al país y la historia que ha vivido el Estadio, concluyendo “este lugar se construyó para multiplicar la alegría del país, pero la historia ha demostrado que, en las manos equivocadas, puede transformarse en una vasija de mucho dolor”.
Luego, el músico explicó que iban a tocar “El Detenido” y que ayer – en la fecha pasada – se dio cuenta que esta canción se creó para interpretarse en este lugar. La cúspide emotiva del espectáculo se gestó en esta canción, con miles de personas coreando uno de los temas más emblemáticos de Los Bunkers con la frase de fondo: “Un pueblo sin memoria, es un pueblo sin futuro”.
En el punto de prensa que dio la banda antes de su segundo show, Mauricio Durán afirmó que siempre estuvo en sus planes realizar un segmento en el memorial del Estadio Nacional. “Entre Mis Brazos” cerró este inestimable y valioso ejercicio de memoria, que reafirma el compromiso humano que la banda ha tenido desde su formación.
Foto por Francisco Rojas
El personaje favorito de 31 Minutos
Mientras la banda volvía al escenario principal, una grata aparición tomó por sorpresa al público del recinto santiaguino. Guaripolo, el personaje favorito de 31 Minutos – según él – hizo reír a la gente con chistes que mezclaba diversos títulos de la banda. Junto a Tulio, Patana, Mario Hugo, Juanín, Policarpo y Bodoque, Los Bunkers volvieron para interpretar una entretenida versión de “Una Nube Cuelga sobre Mi” que no dejó indiferente al heterogéneo público. Seguidamente, la agrupación penquista continuó la velada con la “beatlesca” “Las Cosas Que Cambié y Dejé Por Ti”, para encaminar los rumbos hacía la infaltable “Ángel Para Un Final”.
Una de las sorpresas de la jornada estuvo a cargo de una tríada de canciones que compone el tramo final del álbum Barrio Estación. Los Bunkers interpretaron un apoteósico momento que comenzó con Pedropiedra en las teclas para dar inicio a “El Mismo Lugar”, que siguió con la majestuosa entrada de cuerdas y vientos en “Tarde” y que encontró su climax en la proverbial “Abril”. Acá otra irrefutable prueba de la formidable producción que ofreció la banda nacional.
Foto por Francisco Rojas
Más allá del ancho mar
El desenlace del espectáculo estuvo en manos de una de las primeras obras de la banda, “El Derecho de Vivir en Paz”, canción perteneciente al disco homónimo y que es un cover de la versión de Víctor Jara. Con el cantautor presente a través de un archivo audiovisual que la Fundación Víctor Jara facilitó – y que tuvieron que restaurar para este show –, Los Bunkers concretaron un sentido homenaje que, entre ojos vidriosos, los asistentes cantaron con fuerza. Asimismo, “Canción Para Mañana”, “No Me Hables de Sufrir” y “Llueve sobre la Ciudad” pilotearon el final del espectáculo con destreza junto al incombustible público para así concluir una jornada histórica.
Foto por Francisco Rojas
Los Bunkers demostraron que no sólo son capaces de llenar en dos ocasiones el recinto deportivo más grande del país, sino que son una banda que ha trascendido generaciones, que ha pasado la prueba del tiempo y que se ha ganado un preciado espacio en la vitrina de la música popular nacional.
Setlist:
- Ven Aquí
- Te Vistes y Te Vas
- Yo Sembré Mis Penas de Amor en tu Jardín
- Miéntele
- Canción de Lejos
- Quién Fuera
- Bajo los Árboles
- Si Estás Pensando Mal de Mí
- Ahora Que No Estás
- La Velocidad de la Luz
- Rey
- El Necio
Segmento en escotilla número ocho - La Exiliada del Sur
- Calles de Talcahuano
- El Detenido
- Entre Mis Brazos
Vuelta a escenario principal - Una Nube Cuelga Sobre Mí (con 31 Minutos)
- Las Cosas Que Cambié y Dejé Por Ti
- Noviembre
- Ángel Para un Final
- Fantasías Animadas de Ayer y Hoy
- Deudas
- Pobre Corazón
Llegada de cuerdas y bronces - El Mismo Lugar
- Tarde
- Abril
Fin Segmento cuerdas y bronces - Nada Nuevo Bajo El Sol
- Bailando Solo
- Miño
Bis - El Derecho a Vivir en Paz (junto a archivo de Víctor Jara)
- Canción Para Mañana
- No Me Hables de Sufrir
- Llueve Sobre la Ciudad
Foto por Francisco Rojas