Bohemian Rhapsody, la película que narra la historia de la banda inglesa «Queen» y de su vocalista Freddie Mercury, se estrenó a nivel nacional el pasado 1 de Noviembre, llenando todos cines que la tenían en cartelera.
La atmósfera que se respiraba era emocionante, de un público fanático (otros curiosos) y jovial que iban a disfrutar de sus canciones preferidas y que mientras avanza la película disfrutamos del origen, la creación de canciones como "We will rock you" "Somebody to love" "Dont stop me now" y obviamente "Bohemian Rhapsody" , el contexto social, cultural y en lo que se encontraban como banda en ese minuto para poder desarrollar sus temas mas emblemáticos.
El film, se enfoca en gran parte a la vida del vocalista Farrokh Bulsara, como llega a la banda integrada por Brian May (guitarrista) y Roger Taylor (en la batería) y como se convierten en "Queen" y Farrokh da vida a Freddie Mercury, un artista con una voz resonante y una destreza exorbitante en el escenario.
Bohemian Rhapsody, desde su comienzo ha estado en la palestra debido a la difícil tarea de buscar a algún intéprete que pueda revivir al astro, desechando la primera opción y encontrando al fin al correcto Rami Malek, el abandono de su director Bryan Singer en la última estancia de grabación y de ser una película que no se enfoca en profundidad en los temas que fueron parte de su historia como su reconocimiento a la homosexualidad, excesos y poner mucho énfasis a su relación amorosa con una mujer, su musa para "Love of my life" Mary Austin, quien si fue muy importante en su vida debido a su amistad posterior a su romance con el cantante pero minimizando su condición gay.
Pese a las críticas, y desde una visión muy práctica y simple, me encontré con mucha emoción, excelente soundtrack, intepretaciones impecables, un público feliz y derrochando alegría y lágrimas.
Vale la pena ir, aunque sea en la fila número dos, que es donde caí por llegar tarde a comprar la entrada y donde me sentí parte de un recital, con la pantalla encima mío, con la piel erizada.
Crítica por: Marcia Alarcón