Un tirón hipnótico que te lleva a un trance, a un viaje, a convertirte en un viajero, como el narrador. Esta canción trata de expresar la idea de vivir la vida con esperanza, de avanzar, encontrar nuevos horizontes, pensamiento original (el concepto central de todo el álbum) y poder compartirlo con alguien/la humanidad.
"Esta canción tenía un sonido y una cadencia ligeramente diferentes cuando la llevamos a Long Pond para trabajar en ella con Aaron Dessner. Él fue quien lo transportó al piano, en lugar de que el foco esté en la guitarra, dando así a la guitarra la posibilidad de abrirse y crear otros espacios y texturas, con sonidos algo más industriales para el comienzo, y una New Wave -y siento en los coros. Aaron nos ayudó a elevarlo a un plano sónico de ensueño, futurista en sus matices atmosféricos. Luego, con Chris Bear en la batería y Chris Taylor en el bajo, pudieron darle una base más profunda y un contraste terrenal y urbano para crear ese mundo espacioso en el que vive la canción." - Gold Lake
"El comentario sobre el video es simple: es una especie de diario en video que cubre las partes brillantes de estos últimos años y, en particular, la creación de esta canción. Hay imágenes de las hermosas almas que nos han ayudado a hacer esta canción y los encantadores estudios en los que tuvimos el placer de grabar. Pero también incluye fotos y videos de nuestros viajes, con y sin la banda. Como el viajero de la canción, siempre en busca de nuevos horizontes, siempre en movimiento, siempre tratando de absorber la vida para canalizarla en la música." - Gold Lake
Gold Lake, banda compuesta por los madrileños Lúa (voz) y Carlos (guitarra), inició su actividad en Brooklyn, Nueva York, donde se establecieron hace varios años. Durante este tiempo, intensas giras a través de Estados Unidos y Europa. Su sonido nace del encuentro de las influencias de este asiduo par de melómanos madrileños y el aprendizaje que les ha supuesto su experiencia en el extranjero; recorrido que se proyecta en las oscilaciones entre las sutiles melodías acompañadas de la delicada voz de Lúa y los estallidos de energía contagiosa que desprenden las guitarras de Carlos. Un sonido melancólico y envolvente, que mezcla elementos de la música pop, el folk y el rock alternativo.