Hace ya una semana que lamentamos la partida de Chadwick Boseman, actor de importantes personajes de la pantalla grande. Pero mucho más allá de su muerte, antes, nos dejó un gran regalo, dando vida a una de las leyendas más importantes del funk y el soul: James Brown.
Por Javiera Andrade
Get On Up (o Feeling Good en otros países), es una cinta cinematográfica basada en la increíble historia del Padrino del Soul, dándonos un recorrido biográfico desde la infancia de James Brown, hasta convertirse en uno de los ícono musicales más influyente del siglo XX.
El director a cargo, Tate Taylor vuelve a ponerse detrás de las cámaras, con una biopic musical que da un amplio vistazo al mundo de la música, los movimientos y estados de ánimo del artista en cuestión.
Ambientada en los años 60’, en pleno apogeo de gigantes de la música (se hace alusión al comienzo de la carrera de The Rolling Stones), el padrino del soul/funk, fue pionero e inspiración musical para muchos otros proyectos, y un referente de empoderamiento para las personas de color negro.
La selección musical es admirable, y bien lograda, entregando los mejores éxitos del artista, sin olvidar aquellas interpretaciones íntimas que hacen conectar y musicalizar de manera perfecta los momentos más dramáticos de la cinta.
Ahora, hay que hacer un alto para decir...Chadwick Boseman. El encargado de dar vida en la ficción a James Brown, sorprende con un poder transformador en su interpretación, saliendo airoso del reto y logrando ser aclamado por la crítica, algo que sucede cuando el actor, se transforma en la película.
Con una interpretación desgarradora, y conexión electrizante, Boseman llena los zapatos de la estrella del soul, siendo completamente poseído por el espíritu de James Brown.
El intérprete no deja que apartes los ojos de él ni del relato, encarnando a James Brown con una simbiosis perfecta, logrando respetar ese mal genio tan único que tenía el artista, pero a la vez, reflejando la genialidad innegable que florecía entre tan mal temperamento y hábitos. Sinceramente, hace que la audiencia no sepa si debe odiar a Brown o empatizar con su historia y seguir admirando tanto talento, provocando un conflicto interno, que sólo se logra cuando la actuación, y la historia, te atrapan de verdad.
Los bailes logrados a la perfección por Chadwick Boseman, el guión, el rescate de la música, la voz y por supuesto el setlist elegido, que viaja entre los clásico “Get Up”, “I Got You”, una enérgica escena con “Night Train” y la desgarradora balada bluesera “It’s a Man’s Man’s World”, dan el fondo musical necesario para atrapar al espectador y fundirse en la historia del más grande exponente y creador de un estilo único del soul y funk mundial. Es así como Get On Up y la actuación magistral de Boseman, se transforman en filmografía obligada de cualquier amante del buen cine y la música y es por eso que es nuestra recomendación melómana de la semana.