La neoyorquina vuelve tras una extensa pausa en su carrera musical en tal vez el trabajo más personal de su carrera. Con mucho que decir (y sin tapujos para hacerlo), Fiona enfrenta su pasado e inventa el sonido del futuro.
Por Valentina Tagle
Fue un episodio de la serie británica The Fall. Gillian Anderson es una detective especializada en crímenes sexuales que acaba de encontrar cerrada con llave la puerta donde una joven había sido torturada. El momento es clave. Anderson le exige a su equipo: “Fetch the bolt cutters” (algo así como “traigan el cortapernos/cortacadenas”). Esta es la referencia que resonó en la mente de Fiona Apple, la neoyorquina de 42 años, que tras una prolongada ausencia vuelve con su quinto trabajo musical, el cual abarca precisamente eso: la imperiosa necesidad de abrir una puerta para liberar todo lo que esta contiene.
Fetch the Bolt Cutters fue compuesto y grabado en su totalidad en la casa de Apple (ubicada en Venice Beach, California), quien además tomó todas las decisiones respecto a su elaboración, convirtiéndose éste en su primer trabajo como productora ejecutiva. Este nuevo rol le entregó la posibilidad de experimentar con nuevos "instrumentos”: objetos que se encontraban en el hogar de la cantante que sirvieron para crear el sonido tan inusual del disco, convirtiéndose en un desfile de peculiares intervenciones, que incluyen huesos, semillas, ladridos de perros y coros donde participaron desde su hermana amamantando hasta la modelo Cara Delevigne.
De una forma que es difícil de explicar a quién no está familiarizado con el trabajo previo de Apple, FTBC suena como algo absolutamente nuevo y a la vez, como algo que solo ella podría haber hecho. En una era donde los artistas más consolidados juegan seguro y apuntan a la nostalgia, Fionna nos entrega una sinfonía de lo cotidiano, que sin buscarlo demasiado exuda originalidad, donde los protagonistas son una batería, el piano y la inconfundible voz de Fiona Apple.
Para FTBC la neoyorquina deja de lado las miserias amorosas y da paso a una madurez artística y emocional que solo pudo lograr haciendo las pases con la violencia de su pasado. Este camino está lejos de ser pacífico: hay una rabia contenida por quizás demasiado tiempo, pero ella no teme expresarla con elocuencia y humor.
En temas como “Ladies”, “Newspaper” y “For Her”, Apple retoma sus propias experiencias traumáticas y reflexiona (o más bien grita) cómo nos hemos dañado a nosotras bajo los aleros del patriarcado, experiencias que nos han separado más cuando deberían unirnos. En “Shameika” vuelve a los recuerdos de su dolorosa adolescencia y los efectos que el bullying tuvo en ella. En “Under The Table” declara que no se quedará en silencio en situaciones que le parecen incorrectas. En “Fetch the Bolt Cutters” (que le da el nombre al album y que curiosamente fue escrita cuando éste estaba casi terminado) escribe el manifesto de su liberación: “Fetch the Bolt cutters/I been in here for too long”.
Difícil no esperar algo de quien entró al mundo de la música con la palabra prodigio escrita en su frente. Desde entonces, Fiona Apple ha tenido una carrera marcada por apariciones y declaraciones controversiales que la fueron convirtiendo poco a poco en una ermitaña. Por eso cuando supimos que pronto sacaría un nuevo trabajo, evento que no debería mantenernos a raya considerando que sería el primero en 8 años, las expectativas estaban por los aires. Sin embargo, hoy no debería sorprendernos que, cuando llegue el fin de este ajetreado año, lo tengamos en la lista de los mejores álbumes del 2020.
Canciones recomendadas: “I Want You To Love Me”, “Shameika”, “Under The Table”, “Ladies”, “Heavy Baloon” y “For Her”.
Fecha de Lanzamiento: 17 de abril
Sello: EPIC