Los miles de fanáticos que desde temprano empezaron a repletar cada rincón del Teatro Caupolicán sabían que serían testigos de un show exclusivo, especial y por sobre todo emotivo. Enrique Bunbury, una de las voces más destacadas del rock en español retornaba a nuestro país en el marco de las únicas cinco fechas que realizará este año para presentar su duodécimo álbum de estudio, “Greta Garbo” (2023), y para devolver la ilusión a todos esos seguidores que hace poco más de un año veían con angustia y decepción como el mismo artista anunciaba su alejamiento definitivo de los escenarios debido al recrudecimiento de los problemas respiratorios que venía padeciendo durante sus presentaciones en vivo.
Por Gustavo Inzunza
Foto por Luis Marchant
La introducción instrumental de “Los Términos de mi Rendición” marcan el puntapié inicial de una velada que marcará uno de los retornos más esperados de la temporada. Tal como ha sido la tónica desde 2008 la banda “Los Santos Inocentes” se presentan como fieles escuderos de Enrique Bunbury, cómplices sonoros y fieles representantes de la impronta y gracia del artista español, ahora matizados con la incorporación de la frescura de Erin Memento, sobrina del vocalista. El maestro de ceremonias, vestido entero de negro y un pañuelo rojo al cuello, hace su ingreso y de inmediato desata el delirio colectivo de las miles de almas presentes. Las primeras estocadas las propinan “Nuestros Mundos no Obedecen a Tus Mapas” y “Cuna de Caín”, que presentan la versión más desatada del español, dejando claro que los meses de abstinencia de conciertos no pasaron en vano y que esta noche se trata principalmente de recuperar el tiempo perdido.
Bunbury es la fiel representación del rol de showman, mezcla perfecta entre elegancia y talento, con la capacidad innata para manejar los tiempos y momentos del espectáculo. El español identifica la vulnerabilidad del público y arremete certero, y de igual manera reconoce cuando debe retroceder y ponerse a disposición de sus fanáticos. El juego de complicidad fluye entre “La Tormenta Perfecta” y “El Precio Que Hay Que Pagar”, en un altibajo de sensaciones que no evidencian puntos débiles. El vocalista evidentemente emocionado se dirige al público: “Santiago querido, muchas gracias de verdad. Por múltiples razones estamos muy emocionados de estar acá” y a partir de este punto la intensidad y entrega del público no deja de crecer, “Más Alto que Nosotros Sólo el Cielo” y “Que Tengas Suertecita” resuenan con potencia.
A lo largo de su destacada trayectoria el frontman siempre se ha caracterizado por ser un artista particularmente multifacético, con un manejo vocal impecable y una puesta en escena extremadamente pulcra, lo que quedó en evidencia en la interpretación de “El Extranjero” y “Desaparecer”. Bunbury tiene la singular habilidad de transformar cada uno de los segmentos de su presentación en una experiencia única y trascendental, llevando a los fanáticos a través de un viaje sonoro plagado de múltiples cadencias y texturas. “Apuesta Por el Rock & Roll”, cover de Más Birras, y “Porque Las Cosas Cambian” fluyen de manera natural y azotan sin tregua a cada uno de los presentes en el recinto de San Diego. El primer amor nunca se olvida, y por lo mismo Bunbury siempre se preocupa de rememorar su paso por Héroes del Silencio, banda que lo vio nacer profesionalmente y que sirvió como trampolín a su carrera solista, en esta ocasión los cortes elegidos para el homenaje son “Entre Dos Tierras” y “Maldito Duende”, puntos de máxima euforia con miles de voces acompañando al unísono.
Tras un breve receso tras la interpretación de “Lady Blue”, donde el Teatro no paró de vitorear el nombre del español, Bunbury y compañía vuelven a escena para inyectar la última dosis de adrenalina con “Parecemos Tontos” y “Infinito”. Pocos artistas pueden jactarse de una discografía tan nutrida y diversa como la del vocalista, que le permite estructurar un show que recorre lo mejor de su repertorio y matizar los múltiples estilos que ha transitado a lo largo de su carrera. Con la balada “La Constante” la voz del zaragozano se entremezcla con los gritos del público que resuenan en una suerte de trance común y con los certeros ritmos de “...Y al final” se baja el telón de la presentación, con un recinto que parece venirse abajo, con golpes que resuenan en todos los rincones y que se pueden percibir en cada fibra del cuerpo.
A priori las expectativas del show eran mesuradas, tal como dijo Bunbury: “momentos temblorosos de vuelta al ruedo”, sobre todo teniendo en consideración que esta presentación era recién la segunda del español tras su alejamiento de los escenarios hace ya largos diecinueve meses, pero tras dos extenuantes horas de concierto queda más que claro que el talento y energía de Enrique Bunbury no se extingue con el paso del tiempo, muy por el contrario, da la sensación que esta pausa obligada solo incrementó sus ganas de salir a escena y entregarse por completo a su incondicional fanaticada, ofreciendo un show sólido, equilibrada en su excelencia y rebosante de emociones. La triste noticia que hace un año y medio marcaba un punto final en la carrera del músico español, hoy se transforma en una anécdota, quizás el prólogo de un nuevo capítulo en la exitosa carrera del aragonés errante.
Setlist
1.- Los Términos de mi Rendición (intro instrumental)
2.- Nuestros Mundos no Obedecen a Tus Mapas
3.- Cuna de Caín
4.- La Tormenta Perfecta
5.- El Precio Que Hay Que Pagar
6.- El Rescate
7.- Cualquiera en su Sano Juicio (se habría vuelto loco por ti)
8.- Invulnerables
9.- Más Alto que Nosotros Sólo el Cielo
10.- Que Tengas Suertecita
11.- Alaska
12.- El Extranjero
13.- Desaparecer
14.- La Actitud Correcta
15.- Apuesta Por el Rock & Roll (cover de Más Birras)
16.- Porque Las Cosas Cambian
17.- De Todo el Mundo
18.- Entre Dos Tierras (original de Héroes del Silencio)
19.- Sí (cover de Umpah-Pah)
20.- Lady Blue
21.- Parecemos Tontos
22.- Infinito
23.- Maldito Duende (original de Héroes del Silencio)
24.- La Constante
25.- ...Y al final
Fotos por Luis Marchant
ENRIQUE BUNBURY