Con 52 años de carrera musical, la banda británica lanza un nuevo álbum que busca reavivar las raíces del hard rock y hacer un guiño a la música de la vieja escuela.
Por Sofía Nova
Deep Purple vuelve a las pistas estrenando un álbum que tenía como fecha inicial de lanzamiento el 12 de junio, pero fue pospuesto para el 07 de agosto debido a la incertidumbre del coronavirus. Su último trabajo, Infinite (2017), parecía ser un adiós a su público, pero el amor a la música fue más grande y nos entregaron el anuncio de Whoosh!, acompañados por el productor Bob Ezrin, conocido por su trabajo con Pink Floyd y Kiss. El nombre del álbum, es una onomatopeya que presenta el paso de la humanidad por el mundo y el sonido que emite el viento en una soledad. El título calzó al presente, momento en que por una pandemia la humanidad se ha mantenido escondida y pese a eso la vida sigue en curso.
Antes del lanzamiento del álbum, la banda reveló dos singles: “Throw My Bones” y “Man Alive”. Con ello muchas personas se preguntaron cuál sería el sonido que destacaría a la banda en esta ocasión. Nada parecía estar definido y muchos comenzaron a comparar el ritmo de los singles con el anterior álbum de Deep Purple. Sin embargo, es imposible pensar en el grupo musical como algo que no sea agradable. Poseen un estilo casi indefinido que nos encanta, y bien se nota en un álbum en donde se buscó experimentar y sacar el máximo de cada integrante para sus fanáticos.
La primera canción, “Throw My Bones”, hace un intento por incluir a la música clásica y darle protagonismo al vocalista Ian Gillan en la voz. Bien se sabe que Gillan no está en su época dorada, y por lo mismo es que se intenta retratar el enfoque que se le dará a la banda de aquí en adelante. Además, tenemos un solo de guitarra bastante gustoso que nos hace recordar los largos minutos que suele tomarse la banda para rozar los dedos contra las cuerdas. El video del single muestra a un astronauta que recorre distintos escenarios en donde su entorno está siendo provechoso con su tiempo, y de esta forma la banda intenta decir que debemos vivir el presente, el futuro es incierto y el tiempo relativo. Cada experiencia es única y ningún momento debe ser desperdiciado. Con la idea de no perder ningún segundo, el grupo da inicio a lo que es su más reciente álbum.
“Drop The Weapon” se presenta como una canción más suave y alejada del estilo usual de la banda. La temática en este caso es la pérdida de sosiego conforme pasan los años. Se hace una crítica constructiva a la sociedad que solo enfrenta el mundo con odio, donde tomar un arma y disparar a tu contrincante es más fácil que sentarse a charlar y decidir algo. Notamos una letra nostálgica, pero un tono rebelde en Don Airey y Steve Morse, quienes interpretaron la sección solista de esta canción al cantar y tocar el órgano respectivamente.
Nos dejan a elección qué queremos para nuestro presente y futuro, pero, claro es Deep Purple y nos invita a disfrutar los placeres de la vida y a no complicarse tanto.
La sonrisa se nos ensancha cuando escuchamos “The Power Of The Moon”, una canción que nos deja las expectativas más que altas y que se aleja casi por completo del estilo que estaba marcando a Whoosh!, un tono místico y un trabajo en el bajo por Roger Glover que es más que destacable junto al duelo de Airey con el teclado y Morse con la guitarra. Las raíces del hard rock parecen acoplarse a esta canción y les aplaudimos por el resultado. La temática abarca la influencia de nosotros en el tiempo y el destino, ¿somos de total relevancia para lo que vaya a ocurrir? La vida sigue, el egoísmo y vanidad que corre por nuestras venas parece ser insignificante al fin de todo, debemos dejar de preocuparnos por cosas de poca o nula importancia.
La banda saca toda su fuerza en esta canción y muestra el mejor momento del álbum.
La canción lanzada en 1968, compuesta por el difunto ex integrante de Deep Purple, Jon Lord, y el ex guitarrista de la banda, Ritchie Blakcmore, hace aparición en la lista del nuevo álbum con una regrabación luego de ser la pieza musical que dio paso al grupo para seguir adelante.
“And The Address” es una canción netamente melódica que está ofreciéndole a mano a Ian Gillan, Ian Paice, Roger Glover, Steve Morse y Don Airey en esta nueva etapa. Sin duda una canción que nos trae recuerdos y aviva la esencia que tanto caracteriza a Deep Purple.
Deep Purple es una banda que pese a los cambios que ha tenido la música y el público, sigue en pie de guerra por complacer a sus fanáticos y presentar siempre lo mejor que puedan hacer. La banda británica no está dispuesta a dejarse morir como una leyenda, y con un trabajo casi perfecto se niegan a decir adiós abriendo la posibilidad a futuros y cercanos proyectos.
Del álbum destacamos y te recomendamos “Throw My Bones”, “The Power Of The Moon”, “Step By Step”, “Remission Possible” y “And the Address”.
Fecha de Lanzamiento: 7 de agosto
Sello: earMUSIC