El compositor oriundo de Concepción muestra un álbum que transita entre lo dulce y lo desgarrador, mostrando una notable madurez en su propuesta musical.
La placa fue producida, grabada y mezclada por el mismo músico, y cuenta con la colaboración de destacadas voces nacionales, como Dulce y Agraz y Javier Barría.
Tras mostrar dos singles a modo de adelanto, despejado, el proyecto musical solista de Juan Pablo Moreno, estrena su primer disco larga duración, titulado “Un nudo, una rama”, el que ya puedes escuchar de manera íntegra en las plataformas de streaming más populares.
El álbum, compuesto por 10 tracks, se perfila como un disco personal e introspectivo, que cobijado por una sonoridad rock, folk y pop, transita entre lo dulce y lo desgarrador, la calma y la tormenta.
- “Si una persona es el tronco de un árbol, que crece y madura hacia arriba, las ramas son sus experiencias, el querer llegar más allá y la búsqueda del contacto con otros, y ese es el núcleo de los relatos de este disco”, comenta Juan Pablo Moreno, a lo que agrega que “de la misma forma, un nudo es la huella que deja en el tronco esa rama al caer, al cortarla y analizarla por separado”. Así, “Un nudo, una rama” se presenta como una colección de reflexiones sobre la idea del paraíso perdido, el viaje, la duda frente al destino y la búsqueda de sentido.
Nacido en Concepción, y luego de un paso por Santiago hace algunos años, despejado logró llamar la atención de la prensa especializada con su álbum homónimo (despejado, 2016), y luego con los sencillos ‘Foto mental’ (2018) y ‘Villa Olímpica’ (2019). Ahora, con “Un nudo, una rama”, el músico da cuenta de una notable madurez tanto en sus composiciones como en los procesos técnicos que implica una producción discográfica, reflejando el trabajo que ha realizado como productor en los últimos años y también la consistencia de su filosofía “hágalo usted mismo”, que ha mantenido desde el comienzo de su carrera, y que lo llevó a realizar la composición, producción, grabación y mezcla de este disco.
Además de ser un viaje marcado por atmósferas creadas a partir de sucias guitarras, etéreos teclados y diversos recursos sonoros que se engarzan con la intimidad de la cantautoría, “Un nudo, una rama” tiene la particularidad de contar con la colaboración de destacadas voces nacionales, como son Dulce y Agraz en el nostálgico single ‘Villa Olímpica’, y Javier Barría en la canción que cierra el disco, titulada ‘Siempre hay un final’.
La masterización de la placa estuvo a cargo de Juan Pablo Quezada en Santuario Sónico, el ingeniero de mezcla adicional fue Juan Pablo Crua y el arte estuvo a cargo de Andrea Manhke, mientras que la banda estuvo compuesta por Francisco Fernández (batería), Gabriel Melendes (piano en tema "Un nudo, una rama"), Pablo Orellana (bajo) y Cecilia Gutiérrez (coros en "Un huracán").
Con esta cosecha 2020 bajo el brazo, despejado prepara diversas actividades de promoción para este año, entre las que contempla videoclips y presentaciones en vivo a lo largo de Chile.