El Estadio Nacional fue testigo de la primera noche de concierto de Daddy Yankee en el marco de su gira de despedida La Última Vuelta Tour. El público chileno respondió cómo siempre al rey del reggaetón, llenó el estadio y la fiesta fue de principio a fin de la mano del BigBoss. Sin embargo, la música no fue la principal protagonista de la noche, sino que los graves problemas de seguridad y de organización que tuvo el evento, que incluyó una avalancha de gente que entró al concierto sin pagar dejando a muchos fanáticos con entrada en mano sin poder disfrutar del show.
Por Álvaro Rodríguez
Foto por Daniela T. Andradez
Hoy esta nota se realiza desde una perspectiva distinta, como equipo de Sunderbeats nos dimos cita en el primero de los tres conciertos de despedida de Daddy Yankee en el Estadio Nacional, porque fue diferente, en esta oportunidad llegue como parte del público con entrada en mano. Todo lo que vendría después de nuestra llegada al estadio parece parte de una mala película, gente corriendo, empujando, llorando, reclamando y gritando fue parte de lo que nos tocó presenciar en el concierto. Una noche que debía ser especial para los fanáticos terminó siendo un desastre que no afectó afortunadamente al show del puertorriqueño.
Daddy Yankee en marzo de este año anunció que esta gira (La última Vuelta Tour), sería la de despedida, anunciando así su retiro de los escenarios. Esta noticia generó expectación en la escena musical urbana y en Chile comenzó inmediatamente a surgir el rumor que Daddy si o si tendría un último concierto en nuestro país como debía ser. Se confirma finalmente una fecha para el 29 de septiembre en el Estadio Nacional, debido al éxito en la venta de entradas se habilitaron dos fechas más, 27 y 28 del mismo en el recinto ñuñoino.
Foto por Daniela T. Andradez
Con esa expectación y éxito de ventas de entradas llegó el primero de los tres días de conciertos. Cerca de las 2 de la tarde logramos hacernos de una entrada en Punto Ticket para el sector Andes. Todo listo para vivir la experiencia de lo que será la despedida de Daddy Yankee.
Siendo las 19 horas comienzo a hacer una fila para ingresar al sector andes desde Avenida Marathon, una hora alcancé a estar en ese proceso cuando de un momento a otro veo correr a muchas personas al mismo tiempo, de pronto también era parte de esas personas. Me detengo, miro a mi alrededor y veo todas las rejas de seguridad en el suelo, carabineros a los costados por Pedro De Valdivia mirando sin hacer nada. Los guardias y gente de la productora observaban la escena de locura sin poder hacer nada (ni querer hacerlo).
Con mucho esfuerzo logró ingresar, sin que nadie mire siquiera mi entrada (no se para que la compre), ingresó por la puerta 23 y después de un rato de desorientación, logre encontrar un asiento al costado de la escalera. Me siento, todavía nervioso por lo vivido afuera, donde corrí, empuje y discutí con muchas personas. Pasan los minutos y sigue llegando gente, comienzo a escuchar reclamos de fanáticos que pagaron cancha vip y estaban sentados conmigo en andes, no podían más con su enojo, no entendían nada, muy frustrados. Luego a mi lado se sienta un grupo de personas que se jactaba alegremente de haber entrado sin pagar su entrada y vanagloriándose de haber burlado “la seguridad”. Mientras desde andes podía ver el espectáculo de como gente seguía ingresando a cancha y como de cancha general se intentaban pasar a cancha vip. Horrible comportamiento de ciertas “personas” y pésima organización.
Desapercibido pasó el show del telonero Polimá Westcoast, quien se encargó de amenizar la avalancha de público que entraba al estadio. La presentación de Daddy Yankee estaba considerada para iniciar a las 21:30, pero debido a los problemas externos esta se adelantó 15 minutos, y a las 21:15 Daddy ya estaba en el escenario. Una puesta en escena sencilla, mucho juego de luces, fuegos artificiales, pero no mucho más, con Yankee lo que importa es su música, y eso quedó de manifiesto porque sonó “Campeón” y la gente se olvidó de todos los problemas y comenzó a cantar inmediatamente y todo fue quedando en el pasado.
Foto por Daniela T. Andradez
Los exitosos clásicos del puertorriqueño sonaban con más fuerza y eran coreados por todos (me incluyo), Rompe, Machucando, Lo Que Pasó, Pasó, Ella Me Levantó, Mayor Que Yo, No Me Dejes Solo, Tu Príncipe, Yo Voy, en ese orden hicieron del Estadio Nacional una fiesta, sin duda alguna Daddy es parte de nuestra cultura popular por eso logra reunir ese gran marco de público, y esa conexión implícita entre el artista y sus seguidores. Se sentía la emoción en cada diálogo del músico con el público donde se demostraban cariño mutuo.
La puesta en escena del show tiene cosas que destacar, un cuerpo de baile muy interesante, un juego constante de luces que ayudaban a dar la imagen de una fiesta, que es algo innegable, no cuestionamos en esta nota al artista, su música es grito y plata, tal como dice la canción de Daddy Yankee, Rumbatón, dice; “Bailame, Que las pena' se olvida bailando”, así fue todo quedó en el pasado apenas comenzó a sonar los éxitos del artista.
Nada que discutir a nivel del show mismo, los clásicos temas de Daddy Yankee, siempre son bienvenidos y éxito seguro, la gente lo ama y eso hizo que su música tapara todo lo que pasaba a los alrededores. Daddy inicia así el primero de sus tres shows en Chile, es de esperar que las siguientes fechas la productora corrija los graves problemas de acceso y seguridad. No pueden justificar de ninguna manera todo lo que ocurrió, gente con entrada en mano quedó fuera del estadio o en ubicaciones que no eran por las cuales habían pagado. Hay una culpa compartida, pasando por el mal comportamiento de unos pocos y la mala organización. Espero que todos puedan recibir su debida compensación, porque lo que tenía que ser una fiesta no lo fue para todos.
Galería fotográfica por Daniela T. Andradez