Con nueve tracks que se mueven entre el pop house estético y luminoso, la banda australiana estrena “Moments”, su séptimo álbum de estudio. Un viaje que recupera la esencia de sus primeros pasos y reafirma por qué siguen siendo referentes indiscutidos de la electrónica oceánica.
Por: Pedro Massai
Hablar de Cut Copy es, inevitablemente, hablar de ritmos diseñados para la pista, capaces de mantenernos con el pie o la mano en movimiento por largos pasajes. Los oriundos de Melbourne, con Dan Whitford como cerebro creativo y discos emblemáticos como “In Ghost Colours” (2008) o “Free Your Mind” (2013), celebran ya 24 años de trayectoria. Y qué mejor manera de hacerlo que con un nuevo álbum de estudio.
Tras la introspección de “Freeze, Melt” (2020), Cut Copy vuelve a encender la bola disco con “Moments”. Este nuevo trabajo fue concebido como un regreso a las raíces más luminosas de la banda, con sesiones de grabación realizadas íntegramente en Australia y la participación especial de un coro infantil de la escuela Candlebark de Romsey (VIC) en el adelanto “When It Is Over”. La paternidad, el escenario post pandemia y los cambios vitales atravesados en este período, funcionaron como las ideas ancla para la germinación del álbum.
La primera escucha de “Moments” se siente como una invitación constante a bailar. No por nada el álbum abre con “Solid”: un arranque que hace honor a su nombre, con un sonido house envolvente y el estribillo a modo de chicle sabroso que no pierde gusto. Desde el inicio, *Cut Copy deja claro que este trabajo está diseñado para expandirse en grande, pensado para festivales y escenarios donde la euforia colectiva se potencie.
Tras la solidez del arranque con “Solid”, el viaje continúa con “Belong To You”, que mantiene el pulso house tan propio de la banda, aunque la participación vocal de Kate Bollinger no alcanza a ser un aporte decisivo y deja una sensación algo menor frente al inicio. Esa leve irregularidad se diluye rápidamente con “Still See Love”, quizá uno de los momentos más irresistibles del disco: una pieza de aura disco que invita a bailar de principio a fin, con la voz de Dan Whitford evocando a referentes ochenteros como Depeche Mode o Erasure. No sorprende que haya sido adelanto, porque es de esas canciones que conquistan con inmediatez.
El recorrido se abre luego hacia terrenos más experimentales con “When It Is Over”, donde los pasajes minimalistas parecen condenar al track a cierta monotonía, hasta que el coro infantil entra en escena y cambia todo. Esa irrupción aporta un aire luminoso y esperanzador, recordando a la dulzura de Passion Pit y demostrando que Cut Copy aún sabe encontrar giros inesperados. Esa misma capacidad de sorpresa se refuerza en “Children of Fairlight”, que arranca con un deep house intrigante para derivar en melodías casi cinematográficas. El regreso de las voces corales termina por convertirla en uno de los puntos altos del álbum.
El centro gravitacional del disco lo ocupa “Moments”, la canción homónima y más extensa, que actúa como manifiesto. Su desarrollo minimalista se va expandiendo hasta quebrarse en un clímax de teclados y capas sonoras que remiten tanto a New Order como a Arcade Fire. Es un viaje de contrastes y de ambición sonora que sintetiza la madurez actual de la banda. A continuación, “Gravity” defiende el minimal house con firmeza, aunque incorpora un estribillo que coquetea con el new wave de A Flock of Seagulls. El quiebre hacia el minuto 4:44 aporta un segundo aire, pero desemboca en un cierre algo brusco.
Ese contraste da pie a “More Alive”, que en sus primeros segundos parece invocar directamente a Depeche Mode con ecos de “Personal Jesus”, para luego desplegarse en un synth-pop festivo, lúdico y lleno de teclados juguetones. Es la penúltima pista, pero tiene la energía de un arranque, funcionando como catalizador antes del desenlace. Finalmente, “Find a Place Among the Stars” cierra en clave expansiva: con aires cinematográficos que recuerdan a Hans Zimmer y una claridad vocal que evoca a Hot Chip, entrega un último viaje tan sugerente como envolvente. Una despedida que confirma que “Moments” es un disco pensado para el tránsito, el cambio constante y la voluntad de seguir experimentando sin caer en fórmulas cómodas.
Los casi 47 minutos que tiene de duración el álbum, se sienten ligeros y no cuesta digerirlos. Eso podría referirse a una de las premisas que tenían los integrantes, de no renunciar a la perspectiva moderna que esparcieron con el antecesor, pero integrar igualmente estilos más psicodélicos o que generarán una euforia superior. Aún con esto, este material debería ser la punta de lanza de los australianos para que puedan pensar en una gira en vivo para 2026, en donde festivales como Fauna Primavera o alguno similar en cuanto a curatoría, lo recibiría con brazos abiertos.
Es un buen regreso y deja en claro que la creatividad de Cut Copy está lejos de extinguirse. ¿Mi favorita? “Children of Fairlight”.