Componer, tocar la guitarra, cantar, escribir un libro, actuar... ¿Qué será lo siguiente? Christina Rosenvinge sigue confirmando que es una artista en mayúsculas. Capaz de enfrentarse a un escenario pero también de protagonizar una película, la creadora de Un hombre rubio y Premio Nacional de las Músicas Actuales, demuestra que puede hacerlo todo, pero que además puede hacerlo bien. Así lo cuentan críticas en El País, El Periódico o El Mundo tras el paso de la película por el Festival de Sevilla, el D’A Film Festival Barcelona o el Festival de Mérida. Todo un descubrimiento.
Actualmente en cines, Karen es la segunda película de la directora María Pérez Sanz. En ella convierte a Christina en la escritora danesa Karen Blixen -más conocida por su pseudónimo masculino, Isak Dinesen- y autora del popular libro Memorias de África. La trama enseña un retrato íntimo de sus últimos tiempos en este país y, en especial, de la particular relación que tiene con su criado somalí Farah Aden. Una extraña amistad en la que diferencias que parecen insalvables se diluyen ante un entendimiento ancestral...
El encargo de la BSO no hizo más que completar la experiencia sensorial de la película y volvernos a regalar canciones con la firma de Christina Rosenvinge. Grabó los temas durante el confinamiento en diálogo con una segunda guitarra en manos de Jeremy Wilms, desde Atlanta. Un acierto que contó con la habitual magia en la mezcla de Dany Richter. De esta fórmula celebramos dos canciones. Por un lado, Camino a casa, una pieza casi instrumental donde la guitarra acústica abre paso a una voz nacida de un bonito sueño; por el otro, My Life Again, una canción que huele a clásico y dispara todas las emociones del relato.
- "Escuchábamos las canciones de Christina Rosenvinge en busca de inspiración mientras escribíamos el guion. En su disco Un hombre rubio ella ya era más Karen que ninguna vestida con el traje de su padre, colocando unas piedras sobre su tumba... Así empezó todo. Christina, que es valiente, aceptó mi reto y se batió con Meryl Streep pero también (y no menos importante) con John Barry. Y salió airosa. Lejos de los violines de Memorias de África Christina llena la película con su voz y una guitarra. Y no necesita nada más, porque ella es Karen".
María Pérez Sanz, la directora