A diez minutos de las 21:00 horas, la expectación ya era casi palpable en las docenas de personas que se formaban fuera de la discoteque Blondie, listos para vivir la experiencia del mítico “El Resplandor” (1997), álbum debut del líder del grupo chileno Electrodomésticos, .Carlos Cabezas En minutos, el icónico músico repasaría en vivo las canciones de su primer disco, de la mano de una reedición del mismo, en el marco del ciclo Aniversario Blondie 26.
Ya dentro del característico espacio subterráneo del Club Blondie, ambientado con luces azules y violetas, los asistentes comenzaban a esparcirse por el amplio lugar y a amontonarse frente al escenario, hasta que aquel tercer piso bajo tierra se llenase casi por completo de cuerpos ansiosos por presenciar el inquietante trance musical del disco que esa noche celebraba su nacimiento.
Puntualmente a las 21:30, las luces de la espera cesaban y el sexteto aparecía uno a uno en el escenario, mientras las ovaciones del público por sí solas hacían resonar el lugar. Sin decir mucho, Cabezas Rocuant, concentrado en su guitarra y en el atril a su costado, de inmediato daba inicio al show con “Bailando en silencio”, proveyendo al público de un potente comienzo, acompañado de su característica voz profunda y aún impecable.
Sin mayores altos entre medio, siguió el resto del repertorio, con canciones inolvidables como “El Resplandor” y “Lo mejor de ti”, que desataban una energía explosiva que el mismo Cabezas esperaba generar en el público. Pero también hubo mucha versatilidad en las emociones que se proyectaban durante el show, que recorrió los espectros de la electrónica hasta el rock y el punk.
A momentos hubo espacio para el sufrimiento, con boleros acompañados de vocales que asemejaban sollozos y gritos, permitiendo también un espacio para la frustración y el dolor. También, incluso, se desarrolló a ratos un clima psicodélico en los ritmos más experimentales del setlist, gracias al trabajo audiovisual detrás del show, que arrojó a las diversas pantallas imágenes hipnotizantes, dibujos abstractos, coloridos y futuristas que atrapaban al público.
Carlos Cabezas se detuvo particularmente para presentar a su banda y a sus invitados, en la ocasión, le acompañaron los mismos artistas que estuvieron con él en su show de Concepción en diciembre del año pasado más otros invitados. El primero en aparecer fue Edita Rojas (Electrodomésticos), quien llegó entre fervientes ovaciones antes de tocar “Lo mejor de ti” y se dispuso a tocar la batería. Luego, Cabezas presentó sonriente a Tilo González (Congreso), quien también desplegó su talento en la batería. En el bajo estuvo Gonzalo López (Los Búnkers), Nicolás Quinteros en el teclado, y Paolo Murillo y Mauricio Melo (Santos Dumont) en las guitarras. En “Kor-O-Wok”, Cristián Heyne entró a tocar el bajo, mientras Gonzalo López dejó el instrumento para formar un coro con Francisco Melo durante la canción.
Así, durante toda esta experiencia, Carlos Cabezas logró cautivar al público de la acalorada Blondie, quienes se mostraban fascinados por la calidad del espectáculo externalizándolo constantemente con gritos, felicitaciones a la banda, coreadas y amplias sonrisas. La calidad del show de Carlos Cabezas y el trance musical que logra en quienes lo viven. nos recuerda nuevamente por qué “El Resplandor” sigue vigente, además de demostrar su invaluable trascendencia a pesar de los múltiples cambios que ha sufrido la industria musical.