En poco más de dos horas, la cantante chilena Ana Tijoux no solo se despidió de Chile en un Teatro Caupolicán lleno que la ovacionó desde que apareció pasadas las 21:20 horas hasta que desapareció de escena tras ejecutar un extenso setlist compuesto por canciones de su autoría y covers con los que resumió parte de sus 22 años de carrera musical. La MC y otrora integrante del extinto conjunto Makiza se dio sus gustos compartiendo el escenario con diversos invitados, entre ellos músicos, familiares y representantes de los profesores y estudiantes secundarios.
Tijoux decidió radicarse en Francia, no sin antes entregarle a su público un show más personal y consecuente al apoyo que le ha brindado a diversos movimientos sociales. Poco antes de "Sacar la voz", Ana se detuvo para llamar a escena a Mario Aguilar, presidente del Colegio de Profesores, quien habló del paro indefinido en el que se encuentra el gremio que lidera, la defensa de la educación pública y anunció una nueva movilización para esta semana. "No cabe duda de que es una tremenda artista, pero por sobre todo una gran persona”, escribió más tarde Aguilar en su cuenta de Twitter. También subieron los voceros de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES) repitiendo que continuarán tomándose las calles, entregando la posta a la intérprete que siguió con "Shock", canción inspirada en las protestas estudiantiles de 2011.
Otros de los momentos que marcaron la despedida de Ana Tijoux con el público chileno fue la interpretación de "Calaveritas" junto a su madre, María Emilia Tijoux, que finalizó entre abrazos y besos, y la presencia de Álvaro Henríquez e Ismael Oddó, con quienes versionó "Arriba quemando el sol" de Violeta Parra, y los músicos Hordatoj y DJ Dacel, que no quedaron afuera en el repaso de la sólida y alabada trayectoria de la artista. Tampoco Víctor Jara, a quien homenajeó con "Luchín".
La intérprete cerró la fiesta con gran parte de sus composiciones más populares. "1977", "En paro", "La rosa de los vientos", "Misterio" y "Antipatriarca", fueron algunas de las más celebradas desde cada rincón del Caupolicán, que despidió a la cantautora con gritos y aplausos cuando su hijo la abordó de sorpresa al finalizar el show, entregándole un ramo de flores blancas antes de retirarse junto a los siete músicos que la acompañaron.
Luego de 23 canciones, que gran parte fueron coreadas al unísono por la mayoría del clásico recinto santiaguino, cerraron este capítulo de Ana Tijoux con Chile, que no significó otra cosa más que un momento especial que nuevamente reafirmó que la cantante es una de las figuras musicales femeninas y latinoamericanas más importantes de su género en los últimos 20 años, y que se ha ganado el respeto de su público que de seguro esperará con ansias su regreso a estas tierras.