Si con sus dos trabajos anteriores, “Los Tres” (1991) y “Se remata el siglo” (1993), ya habían dado señales de una propuesta única, “La espada y la pared” fue un salto decisivo hacia la madurez.
Por: Matías Muñoz
Fue disco de oro a casi un mes de su lanzamiento. Así de arrollador fue el éxito de “La espada y la pared”, el tercer álbum de Los Tres, considerado no uno sino el mejor trabajo de su carrera.
Lanzado en 1995, “La espada y la pared” redefiniría al grupo con el paso del tiempo, no sin antes dejar grietas en su convulsa historia. Combinando sonidos y guiños al blues, jazz, boleros, cuecas y un sinfín de referencias, el grupo parecía encontrar un sonido que estuvieron buscando desde su debut y “Se remata el siglo” (1991), en una época donde predominaba el grunge y comenzaban a aparecer nuevos rostros y sonidos locales.
Desde su inicio, “La espada y la pared” buscó aproximarse a la realidad local de una manera más directa. La producción a cargo de Mario Breuer (reconocido por trabajar con Charly García y Fito Paez, entre otros) ofreció una mirada más pulida a la crudeza que el grupo buscaba.
Sin embargo, posteriormente Henríquez reconoció que no estuvieron conformes con el resultado de esa producción. Según Breuer en declaraciones a La Tercera,
- “Yo tenía algún plan de grabación y Henríquez después me pidió cambiar un montón de cosas. Y no me pareció mal lo que él decía, así que asentí y fue un poco raro cuando terminado el disco, dijo que él aprendió cómo no hay que producir un disco”.
Y es que el álbum era una propuesta compleja que finalmente terminaría redefiniendo a la banda y encontrando ese equilibro en Henríquez como compositor y letrista.
Canciones como “Déjate caer” o “Tírate”, directas y provocadoras, capturaban el conflicto interno de una banda que no era naciente pero que se abría paso hacia la leyenda, mientras que “Moizefala” y “Hojas de té” exploran nuevos territorios sonoros.
Así, “La espada y la pared” se fue convirtiendo en un clásico de época y uno de los imperdibles del grupo en vivo, con canciones siendo reversionadas por artistas como Café Tacvba y Mon Laferte y que son parte de su extenso repertorio
.
Tras la revuelta del grupo en 2023 y con formación original, estos clásicos siguen resonando en la memoria colectiva, mientras que el grupo se prepara para celebrar los 30 años de uno de sus álbumes cumbre el próximo 28 de noviembre en el Movistar Arena.