Masters Of Rock en Movistar Arena - día 01: Profundo respeto dentro de un épico recorrido

El Masters Of Rock regresa después de dos años con un formato totalmente diferente: Dos jornadas completas, separadas por grandes nombres que conocemos como la palma de la mano, y otros cuyos nombres han trascendido en la historia.

Texto por: Ricardo Arriagada Gómez

Fotos por: Luis Marchant

En la gran cúpula capitalina y a mitad de semana, nos ha tocado ser testigos de una edición del Masters Of Rock apostando con dos días, siendo el primero más ligado al Metal con bandas que vuelven con material nuevo, presencia nacional clásica y el debut de un grupo importante que regresó a los escenarios después de mucho tiempo. Un día donde algo de lluvia cayó de los cielos, pero no impidió nada del calor del infierno dentro del recinto que se mantuvo hasta la madrugada.

Pentagram

Marcando las exactas 18:00 y con un porcentaje de público fiel, debido a que siendo día de trabajo y algo temprano, se iba a llenar de a poco, entra en escena los chilenos Pentagram para ofrecer un recorrido express de su historia. Con cinco canciones dentro del repertorio, pasaron por "Fatal Predictions", “Demented” y “Evil Incarnate”. Hubo espacio para la selección de un tema de su último disco "Eternal Life of Madness", publicado en 2024 que fue "Possessor" con buena recepción de los asistentes, en donde su vocalista y guitarrista Anton Reisenegger agradeció el aguante y el apoyo en los 40 años que están a punto de cumplir en su trayectoria. Finalizaron con una de sus joyas que es "Demoniac Possession", destacando con esos riffs atrapantes que formara la antesala de una jornada genial.

Opeth

Uno de los números queridos del día era el regreso de la extraordinaria banda sueca. Liderados por Mikael Åkerfeldt, quien ya reconoce que de cariño acá es conocido como “Miguelito”, abriendo con “§1”, parte de lo más flamante que han publicado con el gran disco “The Last Will And Testament” del año pasado, y que también interpretaron “§7” y “§3” siendo lo novedoso del grupo en esta visita especial. Guiados con canciones largas, "Master's Apprentices" y "The Leper Affinity" encantaron con sus paisajes pesados y suaves, que desarrollan la identidad de Opeth.
Junto con el humor y destreza que hay en la banda y siempre es agradable de presenciar, sublimes fueron los momentos de tranquilidad en "In My Time of Need", de solidez en "Ghost of Perdition" y un cierre estupendo entre "Sorceress" y la invencible "Deliverance". Fueron casi 90 minutos de presentación, algo que para los seguidores de la banda quedaron más que felices, sabiendo que fueron nueve tracks, con cuatro de ellas pasando los 10 minutos de duración. Absoluta locura nórdica.

Savatage

Impresionante saber que, una banda insigne del Heavy Metal, con discos conceptuales que han sido influencia para muchos grupos haya hecho su debut en esta ocasión, más cuando fueron un par de décadas desde su receso con una vuelta única que se registró en 2015. Savatage dio un muy buen show gracias no solo a su propia experiencia técnica con las constantes guitarras afiladas de Chris Caffery y Al Pitrelli y el uso de dos tecladistas para dar tridimensionalidad a la presentación, sino que el carisma de Zachary Stevens fue acogedor para mantener la energía y motivación del público con “Jesus Saves”, “Dead Winter Dead” o “Handful of Rain” sin perder nada del estilo y responder de la mejor manera.
En “Chances” fue curioso el uso de visuales mostrando diversas banderas del mundo, pero al final aparecería la de Chile como señal que, era una deuda pendiente y que sintieron la pasión que todo artista merece al pisar nuestras tierras, siguiendo el entusiasmo con “Gutter Ballet” y “Edge of Thorns”. Un momento emotivo se vivió con “Believe” que se presentó con un video grabado de Jon Oliva, integrante histórico que no ha podido estar presente en este regreso a los escenarios de la banda y ellos quisieron tributar en vida su aporte a la historia del Heavy Metal. “Sirens” y “Hall of the Mountain King” fueron las escogidas para un recital que, de seguro, fascinó a los que esperaban este milagro hace años y se ganó a nuevos seguidores.

Judas Priest

Con el mayor número de espectadores de la fecha, un lienzo gigante con un testamento de los británicos y al son de “War Pigs” de Black Sabbath y una intro única para esta gira, inició la séptima visita de los dioses del Metal, a su vez, la quinta presentándose en el Movistar Arena, partiendo con "Panic Attack" de su más reciente lanzamiento “Invisible Shield” de 2024, en el cual aparecieron también "Crown of Horns" y la canción Homónima para demostrar que es una banda de trayectoria excepcional entre el ayer y hoy. En su primera parte, "You've Got Another Thing Comin" resaltaría el éxtasis que quería soltarse dentro de las Canchas y Plateas, pero todo aumentó con la llegada de “Rapid Fire”, “Breaking the Law” y "Riding on the Wind", tocadas sin interrupciones.
Un tornado de clásicos fue su setlist, estructurado con algunas como "Devil's Child", "Turbo Lover", el gran cover “The Green Manalishi (With the Two Prong Crown)” original de Fleetwood Mac, con una sobria muestra escénica de los guitarristas Glenn Tipton y Richie Faulkner, sin dejar atrás el ritmo que genera Ian Hill en el bajo, y el poder que tiene Scott Travis en batería, sobre todo en su momento estrella muy esperado por muchos con escuchar la intro de “Painkiller”, dejando la grande hasta su final.
Comentarios aparte con Rob Halford, el titán musical que a sus 73 años sigue manteniendo vivo el legado de Judas Priest con su estética visual que iba y venía con muchos cambios de ropa y luciéndose en el uso de falsetes, incluso en los tiempos de descanso que solo tenía que sentir los gritos y aplausos de cada alma presente en el espectáculo. Tras un pequeño bis, deja a todos locos con su nueva entrada, pero esta vez con su mítica moto, interpretando “Electric Eye", "Hell Bent for Leather" y "Living After Midnight" para concluir una casi dos horas de puro Metal, el más esencial en sus palabras.

El primer día del Masters Of Rock cumplió todo lo que apostaba, entre las variedades de cada grupo, estar acorde con los horarios y qué decir de las presentaciones, un agrado total que marcó el profundo respeto por las extensas trayectorias, y creando un épico recorrido lleno de clásicos unidos con las nuevas piezas para demostrar que aún hay mucho para demostrar.