ATEEZ: todos los caminos van de la A a la Z

El popular grupo de Kpop volverá a Chile este 15 de mayo en el marco del debut del festival Kpop Masterz en Santiago, donde llegarán como protagonistas de su generación y como el producto de su largo y constante camino, lleno de canciones y actitud, de la mano de ATINY y de una propuesta musical tan sólida como versátil.

Por: Manuel Toledo Campos

Las carreras musicales tienen ciertos movimientos que desde la metáfora se asemejan a un medio de transporte: están llenas de puntos intermedios, de gente que se sube y se baja a un fenómeno, y de un camino que deberás seguir, pase lo que pase, para culminar con tu destino. No todos, pero sí hay algunos que convierten al transitar en su leit motif, llenos de ambición, andanzas y aventuras, y ATEEZ es parte de esos que nos han cautivado a seguirles, muchas veces sin saber dónde.

Aunque la retórica habla de un grupo que se hizo a sí mismo, y a su empresa KQ Entertainment, lo cierto es que cada miembro de ATEEZ hizo su camino, siendo trainees en diferentes compañías, antes de arribar a un lugar donde el entusiasmo de Hongjoong, líder y capitán del grupo, abriría la historia de los KQ Fellaz.

Pero la historia grande vino después, con “Pirate King” y “Treasure” siendo los singles debut de ATEEZ como tales, y donde se mostraría de inmediato cómo serían los piratas multidimensionales del Kpop, tan intrépidos como versátiles, mostrando que su forma de ganar fans sería a través de hacerlos partícipes de su historia, además de lo obvio que son las canciones o las personalidades.

La producción del equipo EDENARY, un grupo de productores que trabajan bajo el liderazgo de EDEN, es parte importante de la identidad de ATEEZ, al acercarlos a estilos musicales que no se veían tan fácilmente en el Kpop más masivo. Rock, hip hop, EDM y r&b son parte de los géneros que se van mezclando para derivar en una forma única de robar tu atención.

Mientras los boygroups se concentraban en verse amenazantes con vestuario urbano y gestos exagerados, y música cada vez más parecida unos a los otros, ATEEZ marcó su diferencia en la versatilidad. La épica de “Wonderland” o “HALAZIA” podía ser sucedida por la melancolía potente de “Answer” o “Turbulence”, y llegar a los bangers como “BOUNCY”, “Guerrilla” o “The Real”. Es difícil predecir el siguiente paso de ATEEZ, tal como pasó cuando de un comeback a otro pasaron de la divertida “WORK” a la sensual “Ice On My Teeth”, y ese es parte del encanto, no sabiendo qué se podrá encontrar al girar en cada esquina.

Otro elemento interesante de ATEEZ es la lucha entre el bien y el mal reflejada entre las dimensiones A y Z de su lore que, si bien sería muy largo de explicar, sí se mueven con principios sencillos y morales. No sólo es el bien contra el mal, sino que la importancia de la labor colectiva para poder defender la individualidad, porque no somos nada si no tenemos gente con la cual trabajar para conseguir lo que queremos. Entonces, ahí es donde ellos pueden ser piratas, ladrones, un equipo como “Los Simuladores” o unos vividores, porque “8 makes 1 team” como dice su saludo, con los 8 conformando un sólo equipo.

Es todo esto y muchísimo más (desde el atractivo físico hasta las proezas vocales de cada miembro, o la calidad de muchos de sus videos) lo que hace que sean el grupo masculino más exitoso de la cuarta generación, y el principal entre todas las agrupaciones que no están en una de las 4 mayores compañías coreanas. No se que hayan construido KQ desde cero, pero sí la llevaron al siguiente nivel, y eso tiene que ver con trabajo constante, conceptos creativos, y música de alta calidad. Conviene estar arriba de la ruta que sigue trazando ATEEZ, porque llegando a su séptimo año de actividades, no sólo no decepcionan, sino que lo que se avecina parece ser cada vez mejor.