Los últimos acordes de “Haruka Kanata” sonaban en el escenario mientras el público cantaba a todo pulmón el cierre de la canción más popular de Asian Kung-fu Generation. Bajo las tenues luces, Gotoh, Kensuke, Yamada y Kiyoshi, ejecutaban perfectamente cada nota con un ímpetu y precisión quirúrgica, y tras casi dos horas de show, la segunda visita de Ajikan a Chile alcanzaba su punto máximo, uno que iniciaría exactamente a las 20:10, algo que debería hacerse costumbre en la extensa cartelera local de conciertos. Para comprender la emoción que generaría este momento, es necesario retroceder en el tiempo, concretamente cuando “Shinseiki no Love Song” daba inicio al show del cuarteto.
Por Manuel Cabrales
Fotos por Checho García Pardo
Y es que desde el minuto en que Ajikan comenzó su presentación, el sentimiento de comunión en las más de 4 mil personas que repletaron el Teatro Caupolicán sería constante, en parte por el hecho de encontrar un lugar común bajo las canciones de una de esas bandas que nació desde el nicho, pero que silenciosamente amasaría una creciente popularidad en toda una generación que creció viendo series de animación japonesa como Naruto, BLEACH y Fullmetal Alchemist. Ese sentimiento no solo estaba plasmado en la manera en que el público cantaba las canciones, sino también en la forma de interpretar que tiene la banda, con cada acorde encontrando su lugar dentro de una formula sencilla pero llena de matices, tanto que la estructura de jam constante en la que se desarrolló el setlist no vería descanso entre cada canción.
A través de un relato sonoro impecable, irían pasando clásicos del catálogo de la banda como “Re:Re”, “Rewrite”, “Solanin” y “Mugen Glider”, pero también encontrarían el momento para otras composiciones como “Demachiyanagi Parallel Universe” o “Kouya wo Aruke”, que servían como catalizadores de energía entre la batería de hits que la banda fue interpretando en su show. Por supuesto que los mayores éxitos de la banda no podían estar presentes, y el público respondió considerablemente al punto de sobreponer su voz por sobre la del frontman, haciendo que “N.G.S.”, “After Dark” o la emocionante “Kimi to Iu Hana” fueran coreadas a viva voz por los presentes. El único descanso, precisamente, vendría después de este último single de su álbum "Kimi Tsunagi Five M" (2003), debut larga duración que cuenta con status de clásico.
Con un contraste tan natural como diferente, Ajikan volvería para deleitar a su fanaticada con dos últimas canciones, siendo las escogidas “Korogaru Iwa, Kimi ni Asa ga Furu” y “Haruka Kanata”, dos tracks ligados fuertemente a la historia del animé. La primera, repleta de emoción, hizo llorar a más de alguno al recordar el final de “Bocchi The Rock!”, una de las series más importantes del último tiempo, mientras que la segunda, por razones obvias, emocionaría a todos los que crecieron siguiendo las misiones del Equipo 7 en Naruto. Una noche de contrastes, pero también de mucha emoción, llegaba a su fin con precisión y sentimiento, dejando plasmada una sonrisa en la banda y el público, y redefiniendo el legado de una banda que, a pesar de su extensa trayectoria, sigue a paso firme en su expansión más allá de su país natal. Mientras la carrera de Asian Kung-fu Generation siga desarrollándose con los años, serán muchos más los que dirán haber estado en esta inolvidable y reconfortante noche en Santiago.
Setlist
- Shinseiki no Love Song
- Re:Re
- Rewrite
- Easter
- Shukuen
- Solanin
- Aru Machi no Gunjou
- Mugen Glider
- Blue Train
- Marching Band
- Siren
- Blood Circulator
- N.G.S.
- Empathy
- After Dark
- Demachiyanagi Parallel Universe
- Kouya wo Aruke
- Kimi to Iu Hana
- Korogaru Iwa, Kimi ni Asa ga Furu
- Haruka Kanata