El Cuarteto de Nos presenta Puertas, su nuevo disco

La icónica banda de rock alternativo de Latinoamérica vendrá a mostrar lo mejor de su catálogo que recorre cuatro décadas de vida y parte de su nuevo disco el sábado 7 de junio en el Movistar Arena.

La siempre original y filosófica banda CUARTETO DE NOS, abre las puertas de su nuevo disco y nos invita a recorrerlo.

Roberto Musso plantea:

  • “No hay mapa, no hay llave maestra. El viajero lo sabe, y aun así golpea, empuja, a veces retrocede. Hay momentos en que el corredor se vuelve un crisol de espejismos: cortinas de humo que distraen, perros que aúllan para desviar la mirada, jaulas vacías que revolotean como promesas rotas. El mundo, con su maquinaria de control, le exige que mire hacia otro lado, que se pierda en trivialidades, que olvide las puertas. Pero él, con una máscara de inexpresividad tallada en el rostro, resiste. Su silencio es su rebelión, su opacidad un escudo contra los que quieren descifrarlo, poseerlo, reducirlo.”

8 canciones muy distintas, que se conectan por puertas a veces no tan claras y con un sonido que una vez más nos lleva por diversos caminos. Del funk del “Perro de Alcibíades” al rock garage de “Cara de Nada” o “Puertas”, pasando por la adictiva “Ganaron los malos”. De los arreglos de cuerdas y la melancolía de “En el cuarto de Nico” o la emotiva “Esplín” elegida como focus track del disco o los 2 fabulosos cuadros sónicos planteados en “El astrónomo que no podía ver el cielo” y “Camello patagónico” que nos invitan a viajar por el universo surrealista y onírico del viajero.

Musso agrega:

  • “A veces, el viajero encuentra refugios. Un cuarto donde el incienso arde bajo la cama, donde un poema sin nombre duerme bajo la almohada. Allí, entre amatistas y mandalas incompletos, la fragilidad se vuelve sagrada, pero nunca eterna. La melancolía, como un péndulo afilado, regresa siempre, clavándose en las grietas del alma. No hay cura para ese dolor, solo la esperanza de aprender a habitarlo, de pegar los pedazos rotos con la paciencia de quien sabe que la fortaleza no es invulnerabilidad, sino insistencia.”

Roberto Musso con su pluma siempre sorprendente nos lleva por emociones, reflexiones y una mirada del mundo que aún con sus oscuridades, siempre logra ver luz y albergar la posibilidad de múltiples caminos, todos posibles y correctos para quien los elija. Él mismo plantea que

  • “El corredor no es amable. Hay puertas que lo llevan a arenas movedizas, donde el poder se alza con armas más pesadas, donde los que gritan más alto imponen su verdad. El viajero ve a la oscuridad ganar mil veces, y en su amargura descubre una verdad incómoda: los vencedores y los vencidos son rostros del mismo juego, espejos de una humanidad que se devora a sí misma.”

El viajero vive en la angustia de la libertad, sabiendo que elegir es arriesgarse a perderse. El movimiento es su única verdad, y el corredor un mosaico de fragmentos: un cielo que no se ve, un péndulo que corta, un rostro que no refleja, un piano que arde bajo el mar.

El viajero no sabe si alguna puerta lo llevará a sí mismo. Quizás no importe.

Su salvación, si existe, no es un lugar, sino el coraje de cruzar, de enfrentar el vértigo del umbral con los ojos abiertos.