Entusiasmo, energía, coreografías fuera de serie y una versatilidad musical impresionante. Eso resume a grandes rasgos lo que es un show de Ateez y gráfica en parte lo que fue su espectáculo del miércoles 30 de agosto en el Movistar Arena. Una jornada donde la banda dejó todo sobre el escenario, y nos regaló una noche que será difícil de olvidar para las y los fanáticos del grupo, que llegaron en masa llenando el recinto capitalino, para vivir esta primera vez junto al grupo. Esto considerando su fallida presentación del 2022 en el festival Music Bank, que no se pudo completar debido a las inclemencias del tiempo que hicieron imposible seguir con el show, pero el deseo de brindar una experiencia única a sus fanáticos chilenos prevaleció y la espera tuvo su deseada recompensa.
Por Álvaro Rodríguez
Foto por Luis Marchant/Sunderbeats
Ateez es una de las bandas de kpop más importantes e influyentes dentro del género, el sábado 26 de agosto se presentaron en el Allianz Parque ante más de 30 mil personas, lo que marcó todo un éxito para el grupo y los preparo de sobra para su debut (definitivo) en nuestro país. El éxito de ventas de las entradas para su presentación no era una novedad por ende todo se encaminaba para un exitoso show. Lamentablemente el grupo compuesto por Hongjoong, Seonghwa, Yunho, Yeosang, San,Wooyoung Mingi y Jongho, este último se bajó de la gira por Latinoamérica debido a una lesión que le imposibilito participar del concierto del miércoles, en el marco de la gira The Fellowship: Break The Wall.
Desde temprano a las afueras del Movistar Arena las Atinys (como se les llama a las y los fanáticos del grupo) esperaban pacientemente el horario de apertura de puertas, que extrañamente comenzó más tarde lo usual (19 horas) lo que generó que el público ingresa lentamente hacia el recinto lo que generó un retraso de poco más de 20 minutos para el inicio del concierto provocando la impaciencia de todos los seguidores que tranquilamente fueron llenando cada espacio pero siempre de forma ordenada pero con mucha ansiedad y nerviosismo que traspasaba las jóvenes seguidoras y hacían más eterna la espera.
Siendo las 21:23 de noche se apagan las luces y aparece de fondo en las pantallas gigantes un video de presentación de cada uno de los integrantes de Ateez y ante gritos ensordecedores aparecieron los siete artistas sobre el escenario y comenzaron con el sencillo Halazia del disco Spin Off: From the Witness del año 2022, bastaron los primeros minutos de show para quedar impresionado por el nivel de preparación que tienen, lo trabajado de las coreografías. Se nota el intenso trabajo de por medio y una intensidad sorprendente. Hablo desde una posición de alguien que por vez primera vive la experiencia de un grupo Kpop (lo más cercano fue en Lollapalooza Chile de este año donde The Rose se presentó, pero hay que tener en cuenta que no son considerados dentro del género) por lo tanto todo era llamativo para mí, el comportamiento del público, sus vestimentas, su actitud, todo se vuelve llamativo.
Foto por Luis Marchant/Sunderbeats
Detalles que valen la pena destacar, el vestuario de los integrantes siempre está a tono y tiene cierta lógica en base a las canciones que suenan. La primera parte del show contó con sencillos como Answer, The Ring y Hala Hala que hicieron bailar y cantar a todos los presentes en el concierto. Algo que se debe destacar es el nivel de producción del show, se agradece infinito que tenga una pasarela el escenario genera cercanía con el público, contaban con cuatro cámaras desde el fondo de Movistar para cubrir cada movimiento y reacción de los 7 integrantes de Ateez durante la presentación, sumado a una cámara sobre el escenario con la que ellos también interactúan. Considero que es brutal el nivel de trabajo de estas presentaciones, los movimientos, gestos, actitud es sobresaliente, extremadamente intenso.
Segunda parte del show incluyó un video introductorio y además cambio de vestuario para que comenzará a sonar Dazzling Light, dentro de esta segunda parte sobre el escenario bajaba la “luna” y salían desde diferentes rincones otras lunas que saltaban entre el público mientras sonaba Mist, Aurora y Sunrise cerraban la segunda etapa del show, en ese momento ya me había tocado convivir con la histeria, llanto, desmayo y gritos de las fanáticas a mi alrededor (me mezcle entre el público). La banda interactuó en diversas oportunidades con su fanaticada quienes en ningún instante dejaban de vitorear cada frase y mantenían firmes sus Lightiny encendidas que daban un toque mágico al show.
Foto por Luis Marchant/Sunderbeats
Dentro de todo lo que he destacado y redundado al mencionar el nivel de movimiento sobre el escenario de cada integrante, también especial atención para el cuerpo de bailarines, que se mezclaban entre el grupo y estaban de una manera omnipresente, si los artistas estaban de blanco ellos (bailarines) se vestían de negro completo, las coreografías eran tan rápidas y dinámicas que casi pasaban desapercibidos, para verlos había que prestas atención de sobremanera. Insisto que para mí todo fue una sorpresa todo lo que me tocó ver y vivir fue increíble, para ser mi primera vez por más que me pudiera preparar y aprender lo más posible no es suficiente hay que estar ahí para disfrutar y entender todo. Mire y escuche con el debido respeto y saco conclusiones más que favorables.
Foto por Luis Marchant/Sunderbeats
Una presentación de primer nivel, un ambiente enérgico y emocionante, un público que vivió con mucho respeto y admiración el show. Destacar a los papás, mamás, tíos, primos, amigos, etc, que se dieron el tiempo de acompañar a los fanáticos más pequeños para ver el show, a las afueras del Movistar Arena pude contabilizar al menos nueve buses y 14 camionetas tipo van esperando a los seguidores, incluidos muchos adultos esperando a sus hijos dentro y fuera del parque, todo eso es digno de destacar y demuestra el nivel de compromiso de las Atinys y sus familias por apoyar sus sueños.
Galería fotográfica por Luis Marchant
ATEEZ
