Desde “To Pimp a Butterfly” (2015) hasta “GNX” (2024), Kendrick Lamar ha recorrido un camino de constante reinvención sin abandonar sus raíces. Cada álbum aporta algo distinto, tanto en producción como en mensaje, y juntos marcan distintas fases de su carrera.
Por: Matías Muñoz
Kendrick Lamar ha estructurado su discografía de forma que cada álbum sea una etapa: no meramente un crecimiento musical, sino un cambio de enfoque, de responsabilidad, de sonido y de compromiso.
Desde lo político y racial, pasando por lo introspectivo y profético hasta la declaración de orígenes, Lamar continúa reafirmando que para la música es más que expresión, también acción, testimonio y legado.
To Pimp a Butterfly (2015)
Este álbum apareció tras good kid, m.A.A.d city como una obra ambiciosa, que fusiona hip hop con jazz, funk, soul y spoken word y es visto como uno de sus trabajos más politizados y cargados de comentario social, cultural y racial.
Fue alabado tanto por su musicalidad como por su valor cultural. Temas como “Alright” se volvieron himnos dentro de movimientos sociales y marcó un estándar para lo que el hip hop consciente puede ser: ambicioso, articulado, sonoro y reflexivo.
DAMN. (2017)
Fue su siguiente gran proyecto tras “To Pimp a Butterfly”. Este trabajo le valió un Pulitzer, lo que influye en la percepción de su trabajo, la responsabilidad artística y el peso que trae.
Más directo en producción, con una mezcla de lo comercial y lo personal, “DAMN.” conquistó a la crítica mezclando beats agresivos con piezas lentas, samples y colaboraciones más evidentes. Esa estructura, menos estilo ópera conceptual que “To Pimp a Butterfly”, refinó su sonido y pulió su narrativa.
Mr. Morale & The Big Steppers (2022)
Cinco años después de “DAMN.”, este disco fue un proyecto profundamente personal. Se desarrolla en parte como una exploración terapéutica de sus propias inseguridades, traumas de infancia, fama, paternidad, identidad.
Fue también el cierre de una era: último álbum con Top Dawg Entertainment.
GNX (2024)
Es su sexto álbum de estudio, publicado sorpresivamente en noviembre de 2024. Fue su primer disco tras salir de sus antiguos sellos (Top Dawg, Aftermath), bajo pgLang e Interscope.
Aquí Lamar presenta una transición de enfoque artístico. Con un nuevo registro vocal, hay un regreso a lo más esencial de su rap, con elementos de West Coast y colaboraciones que lo acercan a un sonido más nostálgico y menos agresivo como una elebración de su identidad e historia personal, desde Los Ángeles hasta la música que lo formó.